Boceto expresivo y bastante elaborado, de un proyecto de paisaje, donde el pintor resalta todas las características del futuro lienzo. A pesar de tratarse de un proyecto estudiado, especialmente en la composición, el dibujo presenta una delicada espontaneidad y frescura, que deriva del modo veloz de colorear. A pesar de la premura del color, que debe imponerse sobre el gris de la cartulina que actúa como soporte, se intuye el estudio de las tonalidades, que después matizará en el cuadro posterior y la diferencia de calidades, ya esbozada. El paisaje, típicamente gallego, de montes suaves y valles animados por arboledas y caseríos, simpatiza con el concepto paisajístico de Lloréns, que se para a matizar volúmenes que resaltan, no sólo la perspectiva, sino aquellos elementos que le resultan más significativos. A pesar de tratarse de un apunte, posiblemente realizado al aire libre, no deja de contar con un cierto carácter subjetivo que resalta, no el ánimo del artista, sino su modo de sentir la naturaleza ante la que se encuentra.