Retrato de Eva, la hija del artista, que con dos años de edad posa para su padre. Es un apunte rápido pero de gran expresividad, donde los ojos negros y los reflejos y brillo matizado del cabello, dotan de gran vivacidad al rostro. Se aprecia la habilidad del artista para captar la personalidad del retratado en apenas unos trazos.