Realizada en la etapa en que Moldes integraba el grupo Atlántica, se trata de una obra figurativa de raíz expresionista. Siguiendo sus postulados artísticos, el pintor conjuga las formas expresionistas con el interés por la tradición, en este ejemplo, centrada en la reproducción de los tipos gallegos. Habitante de Pontevedra, su obra hace referencia a los personajes, ambientes y lugares de las Rías Baixas. En esta ocasión el artista realiza una visión satírica de los habitantes de Pontevedra, a los que dota de un nombre genérico: los "europos" como si de un estudio antropológico se tratase. Con el fin de aumentar el carácter irónico de la imagen la figura se deforma, mientras el color se restringe haciendo que la fuerza visual recaiga sobre el dibujo, en una imagen propia de la primera etapa pictórica de Moldes.