Realizado durante su estancia en Italia, es un homenaje a Barnett Newmann, a quien tuvo ocasión de conocer dos años después en Nueva York. En esta pintura crea un "cuadro-espacio-casa", donde habita su homenajeado. La contraposición entre espacio y color (elementos esenciales en el trabajo de Newmann), se complementa con la ensoñación nocturna. En el lado derecho del cuadro, una masa de materia roja desprende estrellas que se esparcen hacia la izquierda, en la oscuridad de la noche.