Como suele ocurrir en muchos de las obras del artista, la relación con el mundo del teatro se hace patente, tanto en el título "...comediantes mágicos", como en la forma de representar la escena. Las figuras isocefálicas están dispuestas en un primer término como en una representación teatral, destacando con su remarcada silueta sobre un fondo totalmente plano a modo de telón, de un color rojo intenso. Esta sencillez compositiva resalta aún más el barroquismo de las figuras, que a través del color y el movimiento llenan el espacio físico del cuadro quedando desbordado por la monumentalidad y el vigor de las imágenes. Sobre la base de un dibujo preciso y un colorido exuberante, el artista logra que sus figuras fantásticas, metamorfosis de animales, vegetales o absurdos mecanismos se conviertan en protagonistas de la escena.