Aunque se desconoce la fecha concreta en que se realizó este cuadro, sabemos que en el año 1971 fue adquirido por el Ministerio de Educación y Ciencia, para el Museo Español de Arte Contemporáneo. Se trata de una composición presidida por la figura humana, en la que se representa a dos futbolistas en un momento de caída. Esta obra es un ejemplo del camino de innovación tomado por Grandío. En ella, crea un espacio plano e indefinido donde ubica a los personajes, cuyos cuerpos, son dos líneas que marcan un movimiento parabólico en el centro del cuadro, enfatizado por la incursión de un golpe de claridad en la zona. Como en sus obras previas, el artista tiende a una esencialización de las formas, basada en la ausencia de dibujo y la creación a partir del color y la materia.
La gama cromática es muy reducida, y se basa en tonos grises que, en ocasiones, contrastan con otros cálidos, generando cierta sensación de volumen. Aunque selecciona temas cotidianos, entroncando con la tradición costumbrista, la modernidad viene dada por la novedad de los temas, en este caso el mundo deportivo, símbolo del concepto contemporáneo de ocio. Este tipo de pintura, ha sido enmarcada dentro de la Nueva Figuración, movimiento surgido a partir de los años 50, pero presenta la particularidad del empleo de técnicas que aúnan el neoexpresionismo con la cultura abstracta, basada en la investigación sobre el valor expresivo y cuasi místico de la materia.