Nació en La Habana, Cuba, pero se trasladó con sus padres, de origen gallego, a vivir a A Coruña cuando aún era adolescente. Estudió derecho en Santiago de Compostela y, posteriormente, arquitectura y artes decorativas en Madrid, donde entabla amistad con artistas e intelectuales de la época, como la galerista Juana Mordó. Viajó por Inglaterra, Francia e Italia, donde conoce y estudia diversos lugares y gentes que luego reflejó en su obra. Llegó a ser uno de los pintores hiperrealistas más reconocidos.
Su pintura se mueve dentro de un hiperrealismo que refleja fielmente ambientes decadentes y melancólicos, siempre teñidos de un carácter intimista. Este intimismo es, junto con los efectos de la luz, el brillo y los reflejos, uno de los rasgos principales de su pintura. Parte de un mundo ya creado e intenta sacarle la máxima expresión, haciendo hablar a los objetos representados y creando una historia propia.
En su pintura, la elección de la temática es primordial, tanto que los lugares que representa son sometidos a una importante selección. Intenta crear en sus obras una atmósfera especial, valiéndose para ello, y según sus palabras, del sfumato, diluyendo los contornos de las cosas. Esa es la razón por la que en su obra escasean el silueteado y la línea negra. Sustituye el negro por el verde, el azul, el rojo, cualquier color que le dé autonomía al objeto dentro del contorno.
El propio artista se reconocía no solo como un esteta, sino también como alguien que intenta captar la huella del paso del tiempo sobre los objetos. Todo tiene que evocar algo. Le encantan los invernaderos por su etérea atmósfera y su luz especial. También le gusta hacer retratos, plasmando lo que él ve, no solo rasgos reales, sino también ese halo especial sugerido por el retratado al autor.
Hasta su fallecimiento en 1996, realizó numerosas exposiciones. Su obra forma parte de importantes colecciones, como la del Palacio de la Zarzuela; Ayuntamiento da Coruña; Diputación de A Coruña; Colección de Arte Afundación; Fundación Domecq (México); Centro Gallego de Arte Contemporáneo (Santiago); Museo de Castrelos (Vigo), etcétera.