De formación autodidacta, empezó a exponer muy joven, antes de cumplir los veinte años, en la Sala Alma de Vigo.
En 1983 consigue una beca de la Diputación de Pontevedra y se trasladó a Barcelona, desde donde viajó al resto de Europa. Forma parte del círculo artístico catalán y ha expuesto en varias muestras y ferias de arte contemporáneo internacionales.
Técnicamente, su obra pictórica se caracteriza por emplear un solo color como base, mientras que en el resto del lienzo destaca un cromatismo de mayor carga expresiva. Sobresale lo cotidiano, que asoma entre los matices de la abstracción lírica. La figura humana protagoniza sus obras; a veces se insinúa a partir de pinceladas gruesas en forma de silueta, otras veces la aborda a través de campos de color plano.
En general, su obra se mueve dentro de una paleta sobria (ocres, tierras, grises y negros), y temáticamente insiste en la investigación de la vida interior del ser humano.