Arando cedo fue realizado 1955 y recibió el Primer Premio de Pintura Provincial de Lugo.
Arando cedo fue realizado 1955 y recibió el Primer Premio de Pintura Provincial de Lugo.
Arando cedo fue realizado 1955 y recibió el Primer Premio de Pintura Provincial de Lugo. En esta época, el artista, hace una interpretación libre de la tradición figurativa que se centraba básicamente en lo popular, con iconografías de carácter etnográfico, en un intento de buscar soluciones al academicismo inoperante que conformaba el escenario artístico de la Dictadura. Junto a creadores como el escultor Antonio Faílde rescatan los temas costumbristas del 98 pero despojándolos del carácter narrativo y simplificando los procesos. Grandío aprehende el trabajo de Solana, Braque o Pancho Cossío, tamizando sus influencias con su sentir creativo. Esta obra bebe de una formulación expresionista que se ejemplifica en la rudeza de las formas, la utilización de la obra como expresión de lo psíquico, la bidimensionalidad del espacio y la valoración estética de la textura de la tela, de colores sórdidos muy empastados.
A pesar de este carácter expresionista el resultado es una imagen romántica que rememora la tierra y el idílico mundo rural, pero conjugado con la parte negativa de la Naturaleza, que dota al cuadro de un aire melancólico. La figuración navega hacia la abstracción, y la luz y el color adquieren un mayor protagonismo. Arando cedo es el retrato de un hombre que ara con sus animales, inmerso en un paisaje. La desnudez de las formas, manchas de color y un gris omnipresente matizado en colores tierra que lo vinculan con la tradición realista y colores verdes que lo relacionan con su tierra natal. "Esta pintura "académica" tremendamente lírica, con un "look" demostrativo de una cierta modernidad, profundamente subjetiva, políticamente amorfa, sería apoyada por las instituciones durante los años 60".