Pese a su carácter internacional y sus influencias de las corrientes vanguardistas imperantes en Europa, Di Cavalcanti impregnó siempre su obra con la tradición y lo local, con claras reminiscencias a su país natal.
Pese a su carácter internacional y sus influencias de las corrientes vanguardistas imperantes en Europa, Di Cavalcanti impregnó siempre su obra con la tradición y lo local, con claras reminiscencias a su país natal.
Pese a su carácter internacional y sus influencias de las corrientes vanguardistas imperantes en Europa, Di Cavalcanti impregnó siempre su obra con la tradición y lo local, con claras reminiscencias a su país natal. Mulheres no cais no es una excepción y en ella podemos apreciar varias temáticas frecuentes en su obra. Por una parte, la representación de temáticas populares y cotidianas, a través de esta escena marinera, en la que los personajes se agolpan sugiriendo el movimiento y el ajetreo del puerto de alguna ciudad.
Pese a parecer una escena bastante alborotada podemos encontrar en ella cierto orden, una composición triangular que viene marcada fundamentalmente por las dos mujeres que ocupan el primer plano y que se apoya en los personajes de las esquinas, los gallos a la izquierda y el niño a la derecha. La escena se cierra con un paisaje de fondo en el que podemos ver parte de este puerto, con detalles como las cestas con las capturas del día o las redes y nasas, vinculadas a estos trabajos, así como otros personajes que enriquecen la obra.
Destaca fundamentalmente el colorido de la pieza, oscilando entre los tonos azules y verdosos, empleando las diferentes gamas para generar movimiento y volumen en las figuras. Especialmente llamativas las tonalidades de la mujer que ocupa el primer plano, buscando convertirla en protagonista de la escena. Se trata de la figura que no solo ocupa la parte más central de la composición, sino que además gracias a su posición que sugiere movimiento y el hecho de ser el personaje representado con más detalle, la convierten en el foco de la mirada del espectador. A medida que vayamos avanzando con la mirada hacia el resto de los personajes cada vez se verán representadas con menor detalle y menor colorido, teniendo hacia la monocromía en gamas oscuras.