Hijo del dibujante y escultor Isidoro Brocos, hermano de Eugenio y Florentina Brocos, Donnino muestra también un interés por las artes. Se centra en el dibujo, que desenvuelve con una técnica academicista, mostrando gran interés por la arquitectura. Tanto es así que en 1934 empieza a trabajar como delineante con el arquitecto Eduardo Rodríguez Losada en A Coruña.