Después del Baño, Asturias es una de las grandes obras del pintor valenciano, quien la presentó al público en su exposición de 1906 en la Galería Georges Petit de París. Esta exposición fue una gran oportunidad para el pintor, para la que eligió sus mejores obras, que vendió con gran éxito a lo largo de la muestra a grandes coleccionistas de todo el mundo.
El tema es uno de los más significativos, reconocibles, preciados y buscados de Sorolla: las escenas de playa. La pintura presenta todas las virtudes técnicas de la obra del artista: rigor en el dibujo, paleta suelta, y maestría en el empleo de los colores, especialmente en los blancos, como se aprecia en la tela que cubre a la bañista que protagoniza esta obra. La playa es uno de los temas predilectos del pintor valenciano, fruto de una evolución de sus pinturas anteriores, enmarcadas dentro del costumbrismo marinero. En estas obras ya no hay pescadores, ni barcas; ha eliminado los temas sociales en busca de una sinceridad con la realidad existente. Parte de la observación del natural, que le permite recrear con genialidad la luz. En este caso Clotilde, su mujer, sirvió de modelo para esta obra, posando en unas rocas en Asturias, donde pasaron la primera mitad del verano de 1904, año en que está ejecutado el cuadro. Esta obra ha aparecido varias veces con el título confundido, ubicándola en Jávea, al identificar el paisaje con las rocas de dicha localidad alicantina. Sin embargo, ese verano fue a Asturias y no a Jávea, donde si está en 1905 y donde pinta varias obras con rocas y acantilados con los tonos rojizos típicos del cabo San Antonio, muy diferentes de las rocas oscuras asturianas que vemos en esta obra. Además, en el catálogo de Georges Petit aparece con el título con el título Aprés le bain. Asturias.