En Vari, la luz está deconstruida y velada por condensación, consiguiendo una sorprendente difuminación, que nos retrotrae a las primeras fotografías de Niepce y que más que reflejar fielmente la realidad deja entrever una fantasmagoría de lo real.
En Vari, la luz está deconstruida y velada por condensación, consiguiendo una sorprendente difuminación, que nos retrotrae a las primeras fotografías de Niepce y que más que reflejar fielmente la realidad deja entrever una fantasmagoría de lo real.
En Vari, la luz está deconstruida y velada por condensación, consiguiendo una sorprendente difuminación, que nos retrotrae a las primeras fotografías de Niepce y que más que reflejar fielmente la realidad deja entrever una fantasmagoría de lo real.
Frente a la postura del fotoperiodismo de primar la información a la forma, Vari Caramés propone, mediante un juego de ocultamiento, potenciar la poesía y mostrar un territorio inventado. Él mismo habla de sus imágenes como el resultado de «la dificultad de datar o de situar exactamente cada imagen en su año, en su tiempo. Lo cierto es que mi obsesión por lo intemporal y también mi desorden lo hacen posible. En cualquier caso, opino que mi trabajo no se puede codificar en espacio-tiempo, ya que de ser así, me sentiría en cierto modo fracasado».