La obra Flor 14 ejemplifica de manera precisa el cambio que se produce en la obra del artista a partir de su estancia en Nueva York, donde se instala en el año 1985. En esta obra utiliza el tema de las flores, un icono que asiduamente ha tratado a lo largo de su trayectoria artística. Contrapone en esta propuesta el vacío y la presencia, el color y la ausencia del mismo y la figuración versus la abstracción. Divide el cuadro en cuatro partes, en donde una flor reducida a la apariencia de un signo y un tallo ondulante discurren por el espacio.