En ella el escultor, continua trabajando en hierro para crear una pieza donde la inmovilidad de la escultura se contrapone a la vida de aquello que representa. La elección de la flor como tema nos remite al mundo romántico, que tanto le interesa, donde las flores adquieren una personalidad propia y se convierten en símbolo de la naturaleza humana, tal y como lo expresó Baudelaire en Las flores del mal, obra romántica por excelencia conocida por el artista.