La obra de Xesús Carballido participa de múltiples tendencias, pero serán las vertientes Dadá y las búsquedas surrealistas las que ejerzan una mayor influencia en la creación de un lenguaje profundamente personal. A modo de los duchampianos ready-mades este artista toma elementos de la vida cotidiana para integrarlos de un modo equilibrado en el hecho artístico.
Carballido rescata recuerdos de un mundo pasado, una serie de objetos que el tiempo y la sociedad han dejado sin función. Son objetos de fácil reconocimiento que crean una fuerte relación de empatía con el espectador. Estas pequeñas escenografías fomentan toda una serie de asociaciones de ideas entre los objetos ensamblados y el propio espectador.
El artista crea objetos a partir de las más dispares asociaciones. La fragmentación casual que aporta el collage esconde un cierto orden latente en la memoria visual colectiva. A modo de un enorme escaparate la obra nos presenta los más variados y dispares objetos, desde un soldadito de plomo, un calendario o la suela de un zapato, objetos que formaron parte de la vida de personas pasadas, y que, en cierto modo, forman parte de nuestros recuerdos.