A partir del año 2000 incorpora a su obra el trabajo de nuevos materiales y elementos plásticos, surgiendo así series como «Cachitos de cielo» (2000-2004) en la que la fotografía juega un papel importante en el resultado final o «Ensaios» (2002) en relación con la incomunicación y la tecnología. A partir del 2005 incorpora a su trabajo elementos del video y animación por ordenador. En sus últimos trabajos la fotografía se ha convertido en su medio de expresión fundamental, pues le permite llevar un paso más allá sus creaciones, buscando proyectos de colaboración con distintos coreógrafos o actores. Es el caso de Huéspedes en la niebla, una serie de seis fotografías de gran formato, prácticamente a tamaño natural en las que se nos muestran seis figuras ocultas tras un cristal.