En este caso nos encontramos con un niño asistiendo a una ceremonia, con todo el cuerpo y el rostro coloreado con un pigmento blanco, parcialmente rojizo en algunas zonas que parece desconcharse mostrando la piel del pequeño también.
En este caso nos encontramos con un niño asistiendo a una ceremonia, con todo el cuerpo y el rostro coloreado con un pigmento blanco, parcialmente rojizo en algunas zonas que parece desconcharse mostrando la piel del pequeño también.
Los ritos, culturas y religiones fueron siempre inspiración para el fotógrafo coruñés, por lo que son temáticas muy frecuentes en su obra. En este caso nos encontramos con un niño asistiendo a una ceremonia, con todo el cuerpo y el rostro coloreado con un pigmento blanco, parcialmente rojizo en algunas zonas que parece desconcharse mostrando la piel del pequeño también. Éste ocupa la parte central de la composición, destacando sobre un fondo neutro que tiende a oscuro. Sin duda, el tono blanquecino de la pintura, sumado a la luz, que ilumina el frente de la figura, se convierte en absoluta protagonista de la pieza.