El pintor ferrolano César Otero fue miembro de La Galga, Gruporzán y Atlántica. Ingresó en 1968 en la Academia de Bellas Artes. Su formación incluyó diversos cursos de dibujo y litografía en Madrid y Santiago de Compostela. En los años setenta ya había obtenido algunos premios y a principios de los ochenta era conocido como uno de los artistas de la nueva plástica gallega que participaban en Atlántica.
Su producción tiene como protagonista el dibujo, aunque nunca llegó a abandonar la pintura, la escultura o el grabado, concibiendo su obra como expresión personal de la cultura a la que pertenece, y enfocada tanto a la libertad del artista como a la expresión de una identidad personal dentro de un colectivo.