Jaume Plensa nace en Barcelona en el año 1965. Realiza su formación artística en La Llotja y en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Jordi de Barcelona. Posteriormente, aprende las labores de forja y soldadura eléctrica y autógena en un taller de reparaciones mecánicas. Obtiene importantes becas a lo largo de su carrera; en 1979 es becado por el Ministerio de Cultura, en 1982 por “la Caixa” y, al año siguiente, por la Generalitat de Cataluña. Sus primeras obras se realizan en hierro forjado mezclado con poliéster y responden a un esquematismo constructivo en el que se concede gran valor al volumen y al espacio. A partir de los años ochenta evoluciona hacia formas orgánicas fuertemente modeladas mediante la técnica de la fundición. En ellas combina lo zoomórfico con lo antropomórfico, creando efectos de fuerte contraste, que es acentuado por la monumentalidad de las piezas que se disponen directamente sobre el suelo sin pedestal. Estas obras lo identifican como uno de los precursores del neoexpresionismo español de la década de los ochenta, caracterizado por un continuo proceso de construcción y destrucción de la forma.
En sus obras de los años noventa se produce un nuevo giro tanto en lo material como en lo formal. Ahora utiliza un variado grupo de materiales, como los desechos metálicos, el poliéster, las resinas, etcétera, mediante los cuales construye series de muros, puertas y construcciones arquitectónicas en donde cobra especial importancia el espacio y cuyo significado se hace más conceptual, entroncando con el mundo de las instalaciones. A lo largo de su carrera ha obtenido diversos premios, entre los que se encuentran: el Primer Premio de Escultura del XXXIX Salón de Montrouge (1994), el Premio de la Fundación Alexander Calder (1996), el Premio de la Asociación Española de Críticos de Arte a la mejor obra presentada en Arco´98, el Premio Nacional de Artes Plásticas del Ministerio de Educación y Cultura (2012) y el Premio Velázquez (2013), entre otros. Desde que realizara su primera exposición individual en 1980 en el Espai 10 de la Fundación Miró de Barcelona, ha mostrado su obra en numerosas ocasiones en nuestro país, entre las que cabe citar las celebradas a lo largo del año 2000 en el Palacio de Velázquez del madrileño Parque del Retiro y en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. El reconocimiento internacional se produce en 1997 como fruto de la exposición itinerante que recala en importantes espacios europeos, entre ellos la Galerie Nationale du Jeu de Paume de París.