Hija de emigrantes, nació en Buenos Aires, donde residió hasta 1991. Esta época de infancia y juventud marcó notablemente su personalidad, que se refleja en su pintura, la cual recoge el drama social de los desaparecidos durante la dictadura militar, transmitiendo al espectador el desamparo, el miedo y el dolor de la tragedia sufrida por un pueblo.
Con 24 años se licenció en Bellas Artes, y un año más tarde se trasladó a Galicia, instalándose en Vilagarcía de Arousa, donde comenzó a exponer, primero en muestras colectivas y, a partir de 1994, en exposiciones individuales. En 1995 se introdujo en el mundo de la ilustración con su colaboración en la Revista Galega de Educación (Edicións Xerais), campo que sigue cultivando en la actualidad, realizando ilustraciones de numerosos libros de poesías y cuentos.
Además de la pintura, Marcela Santorum también trabaja en el ámbito de la psicología, disciplina en la que se licenció en 2002.