Miguel Ángel Campano es uno de los referentes de la renovación de la pintura española que tuvo lugar en la década de los ochenta. Inició estudios de Arquitectura y Bellas Artes, los cuales no finalizó.
Su trayectoria artística se inicia a comienzos de los setenta dentro de una abstracción geométrica influida por artistas como Gerardo Rueda y Gustavo Torner. A partir de 1976 se establece en París, donde abandona los rígidos esquemas geométricos por una abstracción gestual en la línea del Action Painting norteamericano. Hacia 1985 su estilo se dualiza: por un lado, practica una pintura abstracta de mayor simplificación y despojamiento; por otro, una pintura de naturalismo extremo.
Temáticamente, desde 1980, su obra se ha organizado en series inspiradas en la tradición moderna, basándose en Cézanne, para lo que viaja por la Provenza francesa, y en la tradición clásica. Realiza así los Naufragios, basada en La barca de Don Juan de Delacroix y las series en torno a las alegorías de Poussin conservadas en el Louvre: Le Déluge (1980-82) y La Grappa (1985-86). En los años noventa su pintura va a sintetizar formas y figuras, composiciones de vocación abstracta que utilizan solo el blanco y el negro, como la serie Ruth y Booz. Estos años coinciden con su primer viaje a la India (1994), lo que se traduce en un proceso cada vez de mayor sencillez y sobriedad de color.
En el año 2000 su obra pasa por un momento puramente abstracto y de total protagonismo del color puro y vibrante como homenaje a su maestro José Guerrero. Su nuevo viaje a la India (2001-2003) traerá una presencia de las tramas –lungis–. En sus últimas obras, el fuerte cromatismo va siendo «velado» por el blanco, cada vez con mayor fuerza en sus lienzos; comenta al respecto: «[…] yo creo que el blanco es el color más transparente, cualquier cosa que haya debajo se ve […]».
Entre las múltiples exposiciones que ha realizado en España, destacan la gran retrospectiva que le dedicó el IVAM de Valencia (1990) y la del Palacio de Velázquez en Madrid (1999). En 1996 se le concede el Premio Nacional de Artes Plásticas.
Su obra forma parte de prestigiosas colecciones institucionales como la del Museo de Arte Abstracto Español (Cuenca), British Museum (Londres), Museo de Bellas Artes de Bilbao, Universidad Complutense (Madrid), MNCARS (Madrid), Banco de España (Madrid), Centro Georges Pompidou (París), Fundación Juan March (Madrid), Fundación Caja de Pensiones (Barcelona), Museo de Bellas Artes de Álava (Vitoria), Museo de Navarra y el Museo Municipal (Madrid).