Rafael Canogar es uno de los nombres de referencia de la pintura española de la segunda mitad del siglo XX. Su formación se inicia a finales de la década de los cuarenta cuando se incorpora como discípulo al taller de Vázquez Díaz y dibuja en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Es allí donde conoce la obra de Braque, Picasso y Miró.
En 1955 conoce al crítico Manuel Conde en cuya compañía viaja a París e Italia. A partir de ahí su obra se orienta hacia la abstracción informalista. Es en esta etapa (en 1957) cuando funda con otros artistas –Saura, Millares, Feito, Pablo Serrano y el crítico José Ayllón– el grupo El Paso. Y con él logra dar un aire renovador a la pintura española de finales de los años cincuenta. Defendieron el informalismo como una expresión de libertad, de un arte espontáneo y directo.
En 1964 Canogar abandonó el informalismo para comenzar una etapa de crónica de la realidad inspirada en los medios de comunicación. Se trata de una pintura combativa que trata de reflejar un entorno opresivo. En ella las imágenes adquieren una tercera dimensión y los colores se reducen a la gama de los negros. A partir de 1975 vuelve a la abstracción e incorpora elementos cubistas, abstracción geométrica a la que añade la fragmentación del soporte. De este modo utiliza planchas de celulosa de formas irregulares a las que aplica cuadrados, rectángulos, círculos, etcétera.
Su obra ha sido reconocida con importantes premios como el de la Bienal de Venecia (1971) o el Premio Nacional de Artes Plásticas (1982) y está presente en importantes centros y museos de todo el mundo como el Museum of Modern Art, New York (USA); Pasadena Art Museum, California (USA); Fundación Juan March, Madrid; Colección Argentaria, Madrid; Colección Banco de España, Madrid; Colección Fundación La Caixa, Barcelona.