Se trata de uno de los escultores más relevantes de las últimas generaciones. Formado en el seno de una familia de orfebres, cursa estudios en la Escuela de Massana y en el Conservatori de les Arts del Llibre, ambos en Barcelona, para iniciar en el año 1968 su actividad como diseñador de joyas, siguiendo así la tradición familiar.
Sin embargo, comienza a inclinarse hacia el mundo escultórico gracias al contacto con la obra de Julio González, Brancusi o de los constructivistas rusos, que hacen que en 1972 se asiente definitivamente en esta disciplina. En tan solo un año realizará su primera exposición individual en la Galeria Adrià de Barcelona. A mediados de la década de los 70 se iniciará también como docente, impartiendo clases de volumen en la escuela Eina de Barcelona.
En la segunda mitad de los años setenta, cobra progresiva importancia en su producción el espacio, concepto al que remiten sus últimas obras en piedra y para cuyo máximo desarrollo acude al hierro, material que incorpora desde 1979.
Sus trabajos tienen nexos con el minimal art, la tradición geométrica del constructivismo y el arte conceptual. Del primero toma su carácter puramente físico, hecho con materiales industriales y acabados pulidos e incluso brillantes, alejándose del efecto de la materia o la textura.
Independientemente de su labor como artista será Presidente de la Associació d’artistes visuals de Catalunya entre 1996 a 2001 y en la actualidad es director de la Fundació Suñol, con sede en Barcelona, especializada en arte contemporáneo.