Nació en Ferrol, donde su padre tenía un taller mecánico. Aficionado al trabajo de la forja, ejercitaba también el dibujo artístico e intentó inculcar el aprecio por las artes a su hijo desde temprana edad. A los catorce años, su padre le regala su primera cámara, una Voigtlander manual para que fotografiase los objetos que creaba. Se matricula en la Escuela de Aparejadores de A Coruña, pero la abandonó antes de terminar la carrera. En esta ciudad comienza a trabajar como topógrafo, actividad que une a la apertura de “O Patacón», bar de copas, referente para la gente de la cultura y el arte de la ciudad, como los integrantes del grupo La Galga y Atlántica. En el local exponían su trabajo Fernando Bellas, Xurxo Lobato o José V. Caruncho. Vari expuso por primera vez sus fotos en el año 1980.
Por estas fechas destaca el impulso que se dio a la disciplina fotográfica en esta ciudad. Tomando como modelo la revista madrileña La Luna, se publica La Naval, especializada en fotografía y 40por50: fotografía galega, dirigida por Xosé Abad, que tuvo una tirada de varios números. Participa en el grupo Novos fotógrafos coruñeses (1982) proyecto cuyos integrantes materializaron en una muestra homónima que se realizó en «A Terraza», organizada por la Comisión de Cultura del Ayuntamiento.
En 1989 el Centro de Estudios Fotográficos de Vigo publica su primer libro: Álbum. Este mismo año Acchile Bonito Oliva lo selecciona para formar parte de la exposición que comisariaba, «Ateliers Roma-Compostela», en el Museo do Pobo Galego de Santiago.
En 1995 participa en «Urbe-Natura-Cosmo», exposición comisariada por Xabier Seoane, donde muestra por vez primera una fotografía en color: A ponte. Esta imagen sugiere al artista la metáfora del viaje que él mismo emprendía. El cambio técnico es muy bien acogido e incluso incentivado por galeristas e instituciones, y el propio artista afirma que «era una especie de terapia que necesitaba para seguir experimentando, trabajando, viviendo. Ahora, gracias a eso, me siento mejor…«. Su primera exposición íntegra en color fue «Propuesta ’99» en Madrid y, posteriormente, en la Galería Trinta de Santiago. Desde entonces, ha participado en numerosas exposiciones monográficas como la del CGAC (Santiago), CGAI (A Coruña), Centro Cultural Torrente Ballester (Ferrol) o la última, «Ritmo mareiro» (2013), en la Sala Rekalde (Bilbao) y el Kiosko Alfonso (A Coruña).
La obra de Vari nace del rechazo de la imagen-documento y, más concretamente, de la imagen-información. Fuerza el distanciamiento entre el significado y el significante en busca de imágenes neutras. Añade a su filosofía visual lo cotidiano, pues como él mismo afirma «todo o que está nas fotos é parte da miña vida». Caramés es uno de los más valiosos representantes de esa escuela de lo inmediato y de lo cotidiano, la de quienes fotografían como respiran, la de quienes se dedican a este arte por conseguir el certificado de una emoción.