Dentro de las tres obras de Mario Granell que se encuentran en la Colección de Arte ABANCA, ésta es la que tiene un mayor carácter figurativo, frente a las otras dos, de clara filiación surrealista.
Dentro de las tres obras de Mario Granell que se encuentran en la Colección de Arte ABANCA, ésta es la que tiene un mayor carácter figurativo, frente a las otras dos, de clara filiación surrealista.
La composición se divide en tres planos, delimitando tierra, mar y cielo, aunque la mayor parte de los elementos del lienzo se concentran en la tierra, donde se representa a cinco mujeres cosiendo redes dispuestas en un ritmo cadencial. Los colores, planos, se someten a la línea del dibujo resultando una imagen falta de volumen que denota la estrecha vinculación de su plástica con el cartelismo y el muralismo. Mediante una paleta cromática basada en azules, verdes y marrones, crea un juego de tonalidades que permite el contraste de formas y volúmenes, aunque predomine la planitud. Dentro de las tres obras de Mario Granell que se encuentran en la Colección de Arte ABANCA, ésta es la que tiene un mayor carácter figurativo, frente a las otras dos, de clara filiación surrealista. Todo es quietud y silencio en esta obra donde "La espera queda expresada alegóricamente en Cosedoras de redes a través del estatismo de la composición, así como por el recurso habitualmente empleado por el pintor de situar a las figuras sobre un paisaje de costa y horizonte (...)". Al igual que la obra Esperando al patriarca, esta pieza pertenece a la serie Mundo Variopinto.