Árboles en la tarde, se encuadra dentro de la abstracción lírica, movimiento al que se acerca Ruibal en sus inicios pictóricos. La naturaleza es uno de los primeros temas tratados por el artista, y protagoniza su obra a partir de los 90. Los cuadros de Ruibal están marcados por un profundo sentimiento ecologista que no lo abandonará nunca. A la hora de plasmar la naturaleza, sigue los dictados del filósofo alemán Scheling, procurando "captar el instante único, donde la naturaleza tiene plena y verdadera belleza". La bicromía, es característica de toda su trayectoria, empleando el fondo como foco de tensión, y resaltando lo que muestra en primer plano. En esta obra, destaca, sobre un fondo amarillo, una serie de líneas esquématicas que simbolizan los árboles, pintados en tonos azules y grises.