La etapa que Lloréns pasa en Capri, es una de las más productivas a nivel paisajístico. Tras pasar por una crisis en Brujas (Bélgica), donde se cuestiona el seguir pintando, vuelve a Italia, donde recobrando los ánimos para seguir en el oficio.
La etapa que Lloréns pasa en Capri, es una de las más productivas a nivel paisajístico. Tras pasar por una crisis en Brujas (Bélgica), donde se cuestiona el seguir pintando, vuelve a Italia, donde recobrando los ánimos para seguir en el oficio.
La etapa que Lloréns pasa en Capri, es una de las más productivas a nivel paisajístico. Tras pasar por una crisis en Brujas (Bélgica), donde se cuestiona el seguir pintando, vuelve a Italia, donde recobrando los ánimos para seguir en el oficio. En la isla de Capri, encuentra unos paisajes que le atraen profundamente por su luminosidad y belleza. Este dibujo, muy abocetado, representa unas barcas próximas a la orilla del mar, donde se encuentra un pequeño peñasco. Muy simple en sus trazos, y con formas poco definidas, parece un apunte preparatorio para un lienzo mayor.