Bodegón con perdices y peces, es uno de los mejores ejemplos de la influencia de Cézanne y los impresionistas sobre la obra de Souto. Realizado en una paleta sobria y basada en tonos tostados, que remite a los ejemplos barrocos de bodegón -época de esplendor de este género- en blanco de las telas sobre las que dispone los objetos, son un ejemplo de los parámetros modernos desde los que el artista revisita este tema. Los distintos puntos de vista que parece adoptar para representar a los objetos, remiten a las obras del citado maestro francés, así como la importancia que concede a la línea del contorno, rasgo que Souto tomará del postimpresionismo hasta convertirlo en un signo de su obra. La pincelada, rápida, pulsante y matérica dota de modernidad técnica al cuadro. La revisión de asuntos clásicos y académicos bajo las pautas de la modernidad es una de las características de la obra de Souto y sus coetáneos gallegos, que trataran de renovar el anquilosado arte gallego, partiendo de técnicas vanguardistas con las que, sin embargo, reinterpretan temas tradicionales.