El inconfundible estilo de Consuelo Liñeira se plasma en esta obra, Carnaval, en la que las figuras parecen deshacerse, sumidas en una completa abstracción. Sin embargo, todavía podemos encontrar rostros difusos dejando, así una huella figurativa.
Una colección que incluye 1.369 obras entre pinturas, esculturas, fotografías, grabados, dibujos e instalaciones pertenecientes a 255 artistas.