Francisco Leiro hace un retrato escultórico del intelectual gallego Castelao. Como una figura que emerge de la piedra, el artista centra la talla especialmente en la zona del rostro, un rostro que apreciamos taciturno y cabizbajo, como absorto en sus pensamientos. Desde la cabeza, la escultura empieza a perder detalle, conformando un cuerpo robusto que poco a poco, desemboca en la piedra en estado puro, sin tallar. Esta pieza se encuentra expuesta de forma permanente en los jardines de el Café Moderno en Pontevedra, pues fue concebida para ese espacio.