Formado en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, su experiencia en los años setenta como diseñador industrial de cerámica, sería determinante para el desarrollo de su obra como escultor.
Formado en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, su experiencia en los años setenta como diseñador industrial de cerámica, sería determinante para el desarrollo de su obra como escultor.
Formado en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, su experiencia en los años setenta como diseñador industrial de cerámica, sería determinante para el desarrollo de su obra como escultor. Utilizando la cerámica trabaja sobre el tema de la ciudad, para lo que emplea estructuras básicas como el cubo, la esfera y el rectángulo, inspirándose en los paisajes y las arquitecturas industriales o en los enclaves arqueológicos. Recoge también referencias de culturas de la antigüedad clásica, como Mesopotamia o Egipto, o de las ciudades ideales de la pintura metafísica de Giorgio de Chirico.
Navarro empieza a desarrollar sus «ciudades» a partir de 1973-1974, en las que inicialmente utiliza elementos como el barro, la madera o el yeso y posteriormente el hierro. Este elemento le permite aplicar de forma más clara la concepción arquitectónica de sus ciudades, siempre organizadas en base a referencias geométricas.
Cada vez más esquemáticas y esenciales, estas «ciudades» son conjuntos que siguen un orden urbanístico, con unos ejes principales y una diferenciación jerárquica de los edificios. Todas ellas, como Ciudad corazón, suponen una reflexión sobre el orden y el desorden de las grandes urbes de la sociedad industrial.