Cuaderno donde el artista recogía apuntes de sus visitas a Roma. Isidoro plasmaba en su cuaderno, a modo de instantánea, todo aquello que le llamaba la atención. Esto le permitía realizar estudios de las esculturas clásicas, de anatomía, de movimiento que luego aprovechaba para su obra.
Encontramos paisajes de Roma, firmados con el nombre de la ciudad y la fecha, estudios de edificios como S. Estefano Rotondo, retratos y en mayor número, estudios de obras clásicas del Palacio Barberini de dónde toma bocetos como el de los Atlantes, etc.