Cuadro 92

Manuel Millares, 1960/1961

La arpillera sobre la que se ha realizado esta pintura, Cuadro 92, conserva sellos visibles, a su dorso del origen del tejido: tela de saco, frecuentemente utilizada para el envasado de azúcar. De difícil lectura, son habituales en numerosos dorsos de Manolo Millares. Este cuadro fue expuesto por primera vez en la temprana exposición individual de París de Millares.

  • Manuel Millares
  • 1960/1961
  • Mixta
  • Técnica mixta sobre arpillera
  • 1148
  • 150,5 x 200,5 x 13,5 cm
  • Colección de Arte ABANCA

La arpillera sobre la que se ha realizado esta pintura, Cuadro 92, conserva sellos visibles, a su dorso del origen del tejido: tela de saco, frecuentemente utilizada para el envasado de azúcar. De difícil lectura, son habituales en numerosos dorsos de Manolo Millares. Este cuadro fue expuesto por primera vez en la temprana exposición individual de París de Millares. Es, febrero de 1961, en la sala del que será su galerista en Francia, Daniel Cordier, en el número 8 de la rue de Duras / 8 rue de Miromesnil.

En marzo de 1959 una jovencísima profesora y filósofa, especializada en Teoría de la Arquitectura, Françoise Choay (1925), publica en L’Oeil el fundamental artículo <<L’ecole espagnole>>. En él reproducía dos pinturas de Manolo Millares, Cuadro 23 y el Cuadro 44, ambas circa 1958. En abril de 1960 se presenta una exposición individual en la Galería Cordier en Frankfurt y cuatro meses después, en julio de 1960, se inaugura en París la exposición colectiva de verano en Cordier con una obra de Manolo Millares. El jueves 16 de febrero de 1961 se inaugura en la galería parisina de Cordier su primera exposición individual en Francia. Choay escribirá también el texto del catálogo con el título <<Regardons bien ces “tableaux”>>.

Cordier señalaría, entonces, como la obra de Millares <<fait appel aux forces la nuit>>(1). El cuadro volvería a ser expuesto en octubre de 1963 en la Galería Odyssia, en el número 16 de la vía Ludovisi en Roma.

Sobre la importancia de estos años, 1960-1961, en los que Manolo Millares pinta este cuadro, escribíamos en fecha reciente:

En 1959 entra en contacto con quienes van a ser sus galeristas: Daniel Cordier, que presentará habitualmente su obra, individualmente, en París (1961) y Francfort (1960) y Pierre Matisse (1960, 1965, 1974 y 1987), en Nueva York. En 1961 nacerá su hija Eva (su segunda hija, Coro, lo hará en 1971) y un año después, 1962, se publica la histórica monografía de José Ayllón sobre Millares. Ésta, junto al libro escrito por José-Augusto França: Millares, publicado en 1977 por La Polígrafa, pueden considerarse dos de las obras capitales para comprender el universo creador de Millares. En 1962 es también el año en el que la Tate Gallery adquiere Cuadro 150 (1961). La obra de Manolo Millares estaría representada, en la década de los sesenta ya, en los más importantes museos de arte contemporáneo del mundo.(2)

Obra muy representativa, estilísticamente bien relacionada con la otra obra Sin título (1957) perteneciente a la Colección ABANCA. Pintura bien conservada, muy de época, blancos y negros, sígnica, con drippings, costuras, agujeros. También con algo de trasunto de sus homúnculos, sus sombrajos de la redención humana, tan frecuentados en estos años sesenta. Obra muy descriptiva y, en definitiva, evocadora del poema de Alberti dedicado a Millares:

        ¿De dónde esos escombros,
        estos mancos derrumbes,
        agujeros en trance de ser aún más agrandados,
        lentas tiras de tramas desgarradas,
        cuajados amasijos
        polvaredas de tiza,
        rojos lacre, de dónde?(3)

Alfonso de la Torre

 

__________________________________

1 Daniel Cordier, <<8 ans d’agitation>>, Galerie Daniel Cordier, París, 1964.

2 Alfonso de la Torre, Diccionario Biográfico del Español, Real Academia de la Historia, Madrid, 2009.

3 Rafael Alberti, <<Millares>>, Roma, 1965.