El Prisionero Blanco nace como continuación de Bloody Nose. Se exhibió en el stand de Caja Madrid en ARCO'01. En esta obra Vicente Blanco y Salvador Cidrás continúan con las estrategias utilizadas en la obra anterior. El mundo adolescente, los lugares no reubicables, la fotografía sencilla (luz natural, encuadres poco complejos, fragmentos desenfocados, etc.), el suspense, la teatralidad y el diseño, nos siguen sugiriendo detalles de juegos violentos en calma.

Hay un fragmento escrito por los propios autores en el catálogo de la exposición Salvador Cidrás. Proxectos, proyectos, projects 2000-2001 que a continuación reproducimos donde reflexionan sobre la obra: "Nuestro interés está muy lejos de una confrontación de Europa con EE.UU., nos interesa más la rápida adecuación de usos y la adecuación de los lugares y la arquitectura a nuevos modelos (como el caso de los países del este de Europa a los modos e imágenes del capitalismo occidental). Manejamos complejos turísticos y recreativos en la República Checa y repetimos la estructura del proyecto. Jóvenes, uniformes y logotipos, se mantienen en segundo plano y son el paisaje, la arquitectura y el mobiliario los que adquieren más protagonismo. La neutralidad de las casas americanas es suplantada por el barroquismo de muebles, iluminación y espacios que, por exceso, son más difíciles de localizar y funcionan como escenario de dos situaciones que se mantienen igual de forzadas y barrocas en su escenografía.

Los jóvenes ya no permanecen estáticos sino que posan en una situación de violencia contenida, casi forzando el ridículo.

El prisionero blanco trata de plantear cruzamientos entre realidad y ficción, situaciones desubicadas que hacen que una pelea, o los disfraces puedan funcionar con la lógica de la pérdida de identidad, como elementos de búsqueda de los nuevos modelos que nos vienen dados como real"¹.

1.Salvador Cidrás. Proxectos, proyectos, projects 2000 - 2001 (catálogo), Xunta de Galicia - CGAC, Santiago de Compostela, 2001.