En este grabado, se presentan las mismas claves creativas que utiliza en los grandes formatos: el empleo de formas abstractas, una reducción absoluta del color, equilibrio compositivo, y una clara tendencia a la desmaterialización. En la parte central, destaca la aparición de una forma cuadrada que se superpone a una mancha negra invadida por finos tachones. Tres gotas blancas, dispuestas en un esquema triangular, dialogan con el cuadrado, a la vez que aportan relieve, mientras la zona inferior está ocupada por una forma abstracta en negro. El resultado es una obra de composición equilibrada y elaborada, con un alto componente poético.