Enfermeros

Las pinceladas son largas, gruesas y expresivas, subrayando ese efecto de luz mencionado anteriormente y conformando el volumen de las figuras. Los rostros de los personajes son imprecisos, muy diluidos, acentuando el anonimato de los mismos mientras los contornos bien modelados, se desvanecen paulatinamente hasta integrarse en el fondo.

  • Ignacio Burgos
  • 1997
  • Pintura
  • Óleo sobre lienzo
  • 75
  • 81 x 130 cm
  • Colección de Arte ABANCA

Ignacio Burgos es un artista plenamente contemporáneo, al igual que los temas que representa basados en su vida cotidiana. Sus obras son un compendio de subjetividad y objetividad, donde el artista representa temas personales pero narrados desde un punto de vista bastante objetivo, con personajes anónimos que se sumergen en sus quehaceres diarios. De este modo, la obra se convierte en una instantánea que capta momentos cotidianos, cercanos a nosotros, que llevan al espectador a ser partícipe de la escena.

En esta obra, realiza una composición en semicírculo formada por cuatro figuras, donde el espectador se incluye como un quinto elemento. La disposición de los personajes, sobre todo el que coloca de espaldas, iluminado por una gran mancha amarilla, nos introduce en la escena centrando nuestra atención en la figura tumbada, que se contagia de esa irradiación de amarillo que desprende el personaje de la derecha. La composición se cierra con la figura colocada frente a nosotros que, con una gran mancha negra, pone límite a la profundidad del cuadro.

El tratamiento pictórico que le da a la obra es de poca materia para el fondo, incorporando el soporte como parte del cuadro. Las pinceladas son largas, gruesas y expresivas, subrayando ese efecto de luz mencionado anteriormente y conformando el volumen de las figuras. Los rostros de los personajes son imprecisos, muy diluidos, acentuando el anonimato de los mismos mientras los contornos bien modelados, se desvanecen paulatinamente hasta integrarse en el fondo. El artista pretende con su obra mostrar la deshumanización como realidad, y trata de transmitirnos una descarga de vibraciones, emociones y sentimientos propios.