En esta representación onírica, fruto de la imaginación del autor, destaca el sometimiento del color a la línea del dibujo. Emplea unos colores suaves y totalmente planos donde predominan el gris y rosa en sus diferentes tonalidades.
En esta representación onírica, fruto de la imaginación del autor, destaca el sometimiento del color a la línea del dibujo. Emplea unos colores suaves y totalmente planos donde predominan el gris y rosa en sus diferentes tonalidades.
En esta representación onírica, fruto de la imaginación del autor, destaca el sometimiento del color a la línea del dibujo. Emplea unos colores suaves y totalmente planos donde predominan el gris y rosa en sus diferentes tonalidades. Las líneas son sinuosas, creando formas que no se mezclan, sino que más bien se yuxtapone de forma rítmica y ordenada. La profundidad está marcada mediante franjas horizontales y el modo en que los objetos se disponen en ellas, disminuyendo de tamaño conforme nos alejamos del primer plano. Pertenece a la serie de cuadros Mundo Variopinto.