La obra de Din Matamoro, es cambiante, abierta a todo tipo de reclamos y nuevas posibilidades, pero fundamentada en dos posturas extremas que surgen a lo largo de su trayectoria, y que son fundamentales para entender la obra de éste artista. Por un lado, nos encontramos con una tendencia más barroca, que funde el collage, el pop, el cine, el humor, etc., con bastantes dosis de ironía. Por otro, desarrolla una propuesta que está en conexión con la naturaleza, y da como resultado una obra más intimista y espiritual. A esta segunda tendencia pertenece Historia de nubes. En este cuadro, el artista se recrea observando el espectáculo que la propia naturaleza nos ofrece, para luego plasmarlo de forma totalmente subjetiva. sus pinturas son sencillas, desmaterializadas, con grandes efectos de luz y color, que recrean el agua, el viento, las olas o, como es el caso, las nubes: "hago fotos a los dibujos del cielo que forman las nubes". El resultado son paisajes imaginarios, como el de este ejemplo, surgidos del interior del artista, y que tratan de captar lo cambiante, lo transitorio y lo fugaz. Es por ello que su obra no se repite, porque al igual que las nubes, las olas o el agua y el viento, está en constante movimiento.