Il Campanile

Mediante un tratamiento acuoso del color, que ha llevado a los críticos a comparar su obra con la de Rothko, De Kooning o Motherwell, representa el Campanile de Venecia y su reproducción gráfica sobre un fondo crudo y un cielo rayado. Junto a la materia eminentemente pictórica emplea materiales de poco valor intrínseco pero muy evocador, como los recortes fotográficos que superpone a figuras primitivas.

  • José Fernández Freixanes
  • 1993
  • Pintura
  • Acrílico sobre lienzo
  • 233
  • 140 x 140 cm
  • Colección de Arte ABANCA

Pertenece a la producción de los años 90, momento en que la expresividad de la materia y la figuración dan paso a un proceso de estilización. Los fondos son abstractos, en un canto a la sensualidad del acto pictórico puro. Mediante un tratamiento acuoso del color, que ha llevado a los críticos a comparar su obra con la de Rothko, De Kooning o Motherwell, representa el Campanile de Venecia y su reproducción gráfica sobre un fondo crudo y un cielo rayado. Junto a la materia eminentemente pictórica emplea materiales de poco valor intrínseco pero muy evocador, como los recortes fotográficos que superpone a figuras primitivas. La memoria es la génesis del cuadro. Freixanes entiende el recuerdo como posibilidad de conocimiento, por ser la razón de la existencia y permite no repetir errores. Rastrea en la superficie de la historia las marcas del olvido. En el cuadro formaliza este pensamientos en la utilización de la forma rectangular de la fotografía como recuerdo que se repite en el lienzo. Su obra se basa en alterar consciente o inconscientemente su propia memoria.

Dentro de sus consideraciones filosóficas sobre lo que debe ser el arte, Freixanes, considera que se vive una cultura marcadamente materialista fundamentada en la idea de eternidad falsa. Frente a esto potencia la mutabilidad. Somete a los cuadros a un tratamiento posterior con calco que produce desconchamientos y un deterioro tangible al paso del tiempo. Materiales efímeros, indefinidos, en espera de una nueva transformación. Como ejemplo, el artista, comenta que es mucho más interesante Giotto hoy día con el peso temporal que en su momento. Provoca un cambio progresivo en la obra y utiliza el espacio como medio narrativo.

Otro argumento destacado de esta obra es el viaje, inspirado en vistas turísticas convencionales con las que establece un juego. "Cualquier lugar es un laberinto de signos", y su representación es como una suma de pasado y presente con el fin de configuran un nuevo espacio futuro. La elección de la técnica del collage propicia el nacimiento de una realidad marcadamente personal. Dice el propio Freixanes: "son referencias de ciudades, de la memoria objetiva de una ciudad, que aparece dentro de mi memoria subjetiva de los viajes.(...) Esa memoria subjetiva es el cuadro".