El gusto de Rogelio Puente por lo personal e íntimo, suele derivar en la representación de espacio interiores, pero en este caso trasciende la propia obra para expresarse también en su título: Intimidades. Los lugares que representa, son elegidos por el artista por despertar en él algún tipo de sentimiento. Por lo general suelen ser espacios que desprenden cierto aire de nostalgia y melancolía. Espacios estancados en el tiempo, que sobreviven inmutables al paso de los años. Y así es como intenta reflejarlos el artista, tal y como son, sin retoques ni añadidos. Esta intemporalidad, rompe con la realidad, acercándonos a la memoria perdida de las cosas. Intimidades, plasma ese lugar de recogimiento, más propio de un templo o del confesionario de una iglesia. Se recrea en los detalles, en las molduras de los muebles, en las lámparas, los candelabros, las flores, plasmando fielmente la realidad. Evita los contornos negros del dibujo y le da prioridad al color para conformar los objetos, al mismo tiempo que utiliza el sfumato para crear una atmósfera especial, cálida y sosegada, que transmite tranquilidad al espectador.