Una de las constantes de Manuel Vázquez es trabajar a partir de una idea que se desarrolla y materializa en una serie. Agrupa sus obras bajo un mismo nombre proporcionando, como menciona el propio artista, un ritmo similar al de una película en el sentido de que cada obra es un fotograma donde la narración está detenida. El total de sus creaciones dan la clave para poner en escena la narración y entender su discurso artístico. En este caso, Jet Line2 es una serie que nace de la visión y la percepción de la realidad más próxima y en la cual Manuel Vázquez plantea cuestiones relacionadas con la naturaleza de la imagen contemporánea.
La obra, adquirida por la Colección Caixa Galicia durante el V Foro Atlántico de Arte Contemporáneo, es un políptico que explora la idea de movimiento, aunque sin representarlo directamente. Vázquez juega con el movimiento que genera la obra sobre la pared recurriendo a una composición fuera de las leyes estructurales y un gesto alejado de los modelos expresivos convencionales, de esta manera, la superficie de esta pieza se diluye en la pared dando la impresión de fragmentos integrados en una composición donde la arquitectura enmarca la pintura.
Esta creación sin título ofrece dos formas de situarse frente a la obra. Una visión más rápida protagonizada por bandas geométricas que nos hablan en un lenguaje directo, similar al de la publicidad y una mirada más pausada y reflexiva motivada por dispersiones de materia que invaden sus lienzos y acentúan la importancia del proceso. Un procedimiento de apariencia azarosa que configura escenarios pictóricos con un resultado limpio y puro.
Una de las características más habituales en la obra de Vázquez es la potente presencia de la luz. Jet Line2 condensa la luz en materia a través del color. Un color que refleja su propia luminosidad de manera uniforme y pura, eliminando el brillo porque le impide ver el resultado de la imagen.
Sandra Patiño