La béguinage

El encuadre escogido denota del conocimiento de Lloréns de la pintura impresionista, y concretamente de los paisajes rurales de Pisarro, donde las arquitecturas y los árboles eran los principales protagonistas. Asimismo, los colores vivos, blancos, verdes y rojos, salpicados de azules y marrón, y aplicados de forma pura, miran este tipo de pintura. La principal diferencia con Pisarro reside en la pincelada, lamida y menos matérica que la del pintor francés.

  • Francisco Lloréns
  • 1903
  • Pintura
  • Óleo sobre lienzo
  • 1114
  • 19 x 45 cm
  • Colección de Arte ABANCA

Tras un año en Italia, Lloréns se desplazó a Brujas, a conocer la pintura y el paisaje flamenco. Aquí realizó algunos apuntes de los paisajes belgas, como este de La Béguinage. En él presenta un parque orlado con la arquitectura típica del país, que actúa como telón, mientras los troncos de los árboles pueblan los primeros planos, en una disposición ordenada. El encuadre escogido denota del conocimiento de Lloréns de la pintura impresionista, y concretamente de los paisajes rurales de Pisarro, donde las arquitecturas y los árboles eran los principales protagonistas. Asimismo, los colores vivos, blancos, verdes y rojos, salpicados de azules y marrón, y aplicados de forma pura, miran este tipo de pintura. La principal diferencia con Pisarro reside en la pincelada, lamida y menos matérica que la del pintor francés.