Esta escultura de la década de los noventa representa el periodo en el que Juan Muñoz introduce la narración en su producción escultórica.
Esta escultura de la década de los noventa representa el periodo en el que Juan Muñoz introduce la narración en su producción escultórica.
Esta escultura de la década de los noventa representa el periodo en el que Juan Muñoz introduce la narración en su producción escultórica. Sus instalaciones invitan al espectador a integrarse en ellas, adquiriendo un papel activo, más allá de la mera contemplación. A partir de la seriación de individuos, profundamente marcada por los acabados monocromos, Muñoz incide en su obra en la alienación y en la falta de personalidad de la humanidad.