En 1984, año de creación de Le feu sur la plage, tuvo lugar su primera exposición en la galería de Bruno Bischofberger en Zurich. Desde este momento, el galerista suizo se convirtió en su marchante.

Le feu sur la plage es una colosal obra donde la materia cobra especial importancia. Una figura recostada aviva un fuego casi real donde el contraste cromático es tan fuerte que crea una violencia expresiva impactante pese a la simplicidad formal. Las llamas iluminan el cuerpo del hombre, mientras que la arena y el mar se funden en un juego de sinuosas líneas que dirigen el ritmo de la composición más allá del lienzo creando una forzada perspectiva.

Este óleo, por sus dimensiones, ejecución y rasgos estilísticos tan marcados y reconocibles dentro de la obra de Barceló, supone un destacado ejemplo de la producción que inauguró su relación con Bischofberger y que lo consagró como uno de los artistas contemporáneos de mayor renombre.