Mi muñeca fue creada en Argentina, en la etapa más ecléctica de su pintura, cuando conecta con las corrientes más vanguardistas tanto europeas (informalismo) como americanas (expresionismo abstracto). Se trata de una obra relacionada con la pintura callejera, el graffiti. Del fondo negro, surgen diversas imágenes en donde el dibujo aparenta ser ingenuo, basándose en signos entre los que destacan los monigotes que llenan un espacio escenográfico. Esta estética es una referencia directa al grupo Cobra, procedente del Norte de Europa, en que recurría como medio de expresión a los grafismos y a grandes brochazos gestuales, como reivindicación de un arte no basado en las reminiscencias académicas y un canto a lo primario y al arte urbano. Influenciado también del grafismo de Dubuffet, presenta signos propios del Art Brut, otra vía de expresión que Laxeiro investiga en estos años. El grafismo y el color adquieren una importancia esencial que evoca la ingenuidad del mundo infantil y las pinturas primitivas.