Por medio de telas desgarradas que sustentan mapas y signos, Berta Cáccamo nos presenta su Paisaxe de río, en el que reclama una poética de oquedad y vacío. La materia adquiere en esta obra un protagonismo fundamental, conformando figuras y signos profusamente coloreados que hacen resaltar la eminente presencia del soporte. Heredera del movimiento primitivista-neoexpresionista, Berta Cáccamo transpone a las telas los efectos creados en el proceso con papel.