Escena cotidiana, dónde aparece una pareja de jóvenes, conversando animadamente. Él, apoyado en una larga aguillada (que soporta parte del peso del cuerpo) viste chaqueta, chaleco y pantalón. Cabeza de perfil con abundante cabellera, girada hacia su hombro derecho para poder mirar a su pareja. Los brazos colocados en contraposición, el izquierdo agarra la vara y el derecho la abotonadura de chaleco. Los pies juntos con una pierna semiflexionada y otra rígida, da sensación de inestabilidad, por este motivo el personaje se sujeta a la aguillada.
La muchacha lleva una pañoleta atada al cuello, camisa con las mangas ceñidas a las muñecas y cenefas en el borde de la falda. En sus manos sujeta algo que podría ser el sombrero de su novio. Su cabeza se gira hacia la izquierda mirando hacia su pareja.
Las figuras están perfectamente silueteadas por una línea gruesa que define bien sus contornos, no utiliza sombreado ni ningún tipo de variación tonal para dotarlas de volumen, todo se consigue mediante la línea. Se aprecia un gran dominio de la técnica del dibujo.