Es habitual que un escultor realice bocetos y estudios antes de enfrentarse al modelado y ejecución de su obra. Esto fue una constante en Isidoro Brocos que, a lo largo de su carrera artística, dejó reflejados en sus distintos cuadernos estas reflexiones. Este dibujo es ejemplo de ello, ya que Brocos estudia el movimiento y la expresividad, otro de los aspectos que le importaban.
En el anverso, dos caballeros saludan al público en un teatro mientras otro hace mutis, y en el reverso dibuja a varios caballeros con algunos tocados con chistera. Los trazos rápidos y poco trabajados reflejan que no son más que un mero boceto de una escena costumbrista y que reflejan el interés de Brocos por captar cualquier ámbito de su vida cotidiana.