Pieza Barcelona

El carácter constructivo de esta obra se ve alterado por la tensión que generan las líneas oblicuas. En su trayectoria artística, Badiola ha investigado continuamente con nuevos materiales y experiencias, ahondando en campos desconocidos que, como él define «más que una evolución, es una huida de la disciplina».

  • Txomin Badiola
  • 1987
  • Escultura
  • Acero
  • 1814
  • 79,5 x 311 x 134 cm
  • Colección de Arte ABANCA

Durante su etapa escultórica, Badiola asimiló la tradición geométrica de las vanguardias históricas internacionales y de la escultura vasca contemporánea, adentrándose en el universo del hierro. Es en este campo, y a través de este material, donde se aprecia una fuerte influencia del constructivismo y, en especial, de la obra de Jorge Oteiza. En la década de los ochenta, Badiola junto a otros jóvenes escultores vascos, revisaron la figura del maestro vasco por su estudio del cubismo y de las distintas abstracciones de principios del siglo XX, lo que les permitió alejarse del carácter regionalista que desprendía la escultura vasca del momento en busca de la renovación.

En 1982, el escultor inglés Anthony Caro puesto en marcha en Estados Unidos un taller anual para escultores, denominado "Triángulo" ya que  estaba abierto a artistas de tres nacionalidades. En 1987 se organizó un taller especial en Barcelona, en el que participaron artistas españoles de diferentes generaciones en donde se encontraba Badiola, quien realizó entonces esta escultura conocida como Pieza Barcelona. El carácter constructivo de esta obra se ve alterado por la tensión que generan las líneas oblicuas. En su trayectoria artística, Badiola ha investigado continuamente con nuevos materiales y experiencias, ahondando en campos desconocidos que, como él define "más que una evolución, es una huida de la disciplina". Recupera de Oteiza el concepto de discontinuidad en el arte que favorezca el desarrollo de diferentes lenguajes, como reflejan su paso de la pintura a la escultura y su ruptura con el formalismo para adentrarse en una combinación de espacios escultóricos donde interrumpen el vídeo y la fotografía. En ocasiones, Badiola ha mantenido que la línea principal de su experimentación se centra en un trabajo "plenamente metalinguístico" que no abandone por ello a la pieza. con ello logra alcanzar una de sus principales preocupaciones, que es la creación de una obra que integre lo conceptual con lo formal. 

Texto extraído de: GARCÍA LUSA, S. (coord) (2008) Colección Arte XX, Museo de Bellas Artes de Bilbao [p. 156]